Si deseas que esa persona que amas no se olvide jamás de ti, busca en la Oración a San Cipriano la estrategia perfecta para desesperar a tu hombre. Encuentra la paz y el consuelo en esta súplica que podrás rezar a este milagroso Santo.
Contenido
1. Para amansar a un hombre
Oh, amado y loado brujo milagroso, te ruego me des la fuerza para recobrar a ese hombre ingrato, que se fue de mis brazos sin importarle mi pena! Tú, San Cipriano, con tu puro amor, haz que regrese pensando en mí y arrepentido por haberme abandonado!
Sagrado Santo, que recibiste el legado de Dios de ser un Santo milagroso, te pido fervorosamente me extiendas tu mano generosa para calmar mi angustia y desazón! Eres mi esperanza del Altar que más venero… Confío en tu palabra sanadora!
Necesito la oportunidad de reencontrarme con mi hombre!… Que amansado llegue a mí! Que su mirada sea limpia, cristalina y dócil y que nada lo separe de mí!
Hazle entender que lo amo y que nadie podrá hacerlo feliz!… Sin el calor de mis labios ni la ternura de mi alma, no podrá vivir así!… Oh, adorado Santo mío, tu Luz imprégnala en mí para que pueda abrigarme en tan especial frenesí!…
Aleja de su mirada a cualquier mujer, de él… y de sus frescas palabras y de su abrazo sentido, de sus gestos divertidos… porque todo es para mí!…Oh, Señor… mi San Cipriano, haz que retorne a mí, con besos apasionados y con fragor en su abrazo… pues son todos para mí!
Que me piense como nunca, que nadie lo desconcentre, y que llegue como siempre, con su fuerza y su sentir!…Yo buscaré enamorarlo, para que nunca se vaya de mí! A ti, agradezco, oh, Santo! Te ofrezco mi corazón, en este rezo sentido… con sincera devoción!Así Será
También puedes seguir la oración a continuación:
2. Súplica para que vuelva
San Cipriano, eres Luz en mi destino hoy! Necesito pedirte que regreses a este hombre, que he amado hasta el cansancio… y me dejó! Necesito que lo traigas a mi lado, con sus sueños renovados y la voz entrecortada de emoción!
Sé de tu poder… sé de tus milagros con que bendices al siervo que se arrodilla ante tu Altar… para pedirte! Nunca negaste tu caridad a quien te rogó con ahinco y fe desesperada… oh, San Cipriano, brujo que lograste ser un rey entre los santos más loados!
Yo te pido… te suplico y te imploro!… Haz que vuelva a mí!… Quiero que volvamos a amarnos como antes, sin escollos, sin mentiras ni celos lastimosos!
Desolada estoy… oh, Señor! Tú que todo lo concedes desde el amor y tu nobleza, te pido restablezcas mi cordura! Amo a mi hombre y no dejaré que nadie me arrebate su hermosura!…
Al dormirme rezaré en tu nombre, oh, San Cipriano! Con devoción sincera!… Encenderé una vela para iluminar tu imagen sagrada en ese lugar… La Milagrosa imagen que hará con mis rezos, volver a su hogar, a mi amado esposo… mío hasta el final!
He de proclamar tu nombre por donde me encuentre, oh, Santo loado, que cubres mi angustia con sólo rezar! Agradezco la fuerza que das a mi vida, para traer a mi hombre… que está por llegar!
Y si alguien hubiese metido en su vida, en su alma toda, que no sea yo… mi Santo divino, estaré aguardando tu Gracia encendida, para que le expliques, que nadie en su vida, podrá darle tanto, como yo le doy!
Seguiré confiando y orándote, Santo… de día y de noche… hasta que la puerta del alma se abra y regrese a mi lado, con toda la fuerza y con muchas ansias!Amén
3. Plegaria para subyugar a un chico
Oh, San Cipriano, tú que vales lo indecible… tú que puedes contra todo… necesito sometas la voluntad del chico que amo y regrese junto a mí! Quiero verlo desesperado y domesticado a mis plantas, de manera tal que se humille y que me pida perdón por no darme explicaciones, al partir de mi lado… Oh, Santo Venerado!
Que nadie se acerque a él, si no está conmigo… Que sus pensamientos retornen al lugar que corresponde… a nuestro amor enriquecido por su ausencia! Se ha marchado sin motivos, no he sabido retenerlo! Te pido, Loado San Cipriano, el Milagro de buscarlo y entregármelo en mis brazos!… Sólo eso, oh, místico adorado!
Ablanda su carácter y endulza sus sentidos… su espíritu debe volver a ser como era, con formas emotivas… su palabra dulce y su voz almíbar, diciéndome al oído cuánto me ama… cuánto lo ha sentido!… Oh, Glorioso Santo de mi alma!… Eleva mi pedido!
Una vez más, mi plegaria expuesta a ti… Tu Bendición alada, busca con desesperación, tocarme el alma y mis manos apretadas, una contra otra, te piden, oh, Santo… no me dejes sola! Cuanto más te rezo, más me emociona saberte a mi lado, San Cipriano amado…Milagro encendido!
Podrás verme aquí, de día y de noche… con tu mensaje alabado por todos tus creyentes, eres quien se impone, ante cada pedido ferviente!… Vuelve a mí a este hombre, dile que lo amo… que yo nunca podría vivir sin su amor!… San Cipriano, te imploro, puedes amarrarlo y hacerme feliz como nunca antes, de creer en ti! Amén
4. Súplica para dominarlo
Vuelvo a este Altar donde tu imagen se destaca por su genio y su bondad, Altísimo Santo mío!… Figura y Protección das a mi vida, Santo Sagrado… eres mi Sol y mi alegría! Necesito de ti… Puedes dominar al hombre que me ha dejado hueca de dolor!… Oh, Supremo San Cipriano!
De rodillas y frente a ti, te ruego compasión! Desesperada vivo mi existencia sin el hombre que amo… sin tu Salvación! De cada palabra haré una oración… sublime y directa a tu corazón!… Domina a mi pareja, tráelo a mi vida, como cuando era feliz a su lado… plena de energía!
Somete su alma a tu decisión… él será en tus fundamentos y en tus manos diestras, la justa herramienta para que yo vuelva a sentir que vivo… que hay un motivo para este dolor!… Intenta amarrarlo hasta no dejarle ni un suspiro en boca… Balbucear mi nombre y pedir con llanto que vuelva con él… es lo que pretendo, mi Santo Bendito!
Con la rapidez del rayo que atraviesa mi sangre y mi vida, debes darme, Santo, la gran bendición de salvar mi pareja trayéndolo a mí… Oh, Santo Cipriano, son muchas jornadas que sin él yo paso!… Son tantas palabras que perdí de oír! Tráeme sosiego… dependo de ti!
Cuando el reloj me marque el fin del día… estaré esperando la gran travesía que traerá el Milagro, de tu imagen santa y tu generoso consuelo, Señor! No te olvides de mi rezo… menos de mis penas!… Necesito compasión, porque sola no puedo!
Cuando entrecierre mis ojos para verlo, estaré pensando en ti, Venerado!…Y si al despertar, lo encuentro a mi amado, será tu poderosa fuerza que lo arrastró a mi lado! Oh, Cipriano, Rey de Protectores, Alma generosa, Oración perpetua en mis labios secos… Concédeme tu halago! Así Sea